sábado, 19 de enero de 2013

Definición y características de las Inteligencias Múltiples



Howard Gardner señala que no existe la inteligencia sino diversas formas de ellas y especifica ocho grandes tipos:

Espacial, lingüística o verbal, musical, cinestésica-corporal, intrapersonal, interpersonal, lógico-matemática y pictórica.

Esta teoría esta sustentada en diversos conocimientos neuropsicológicos, genéticos e históricos que sustentan la explicación de la naturaleza humana.

A continuación se muestran las inteligencias múltiples un poco más detalladas:






La inteligencia lógico-matemática, esta presente en todas las personas, pero en algunas se muestra más acentuada y permite la aparición de figuras como Euclides, Pitágoras, Newton, Bertrand Russell y, sobre todo Einstein y numerosos ingenieros y arquitectos.

Las matemáticas no están solo en las aulas, el cálculo está presente en todo conductor, en cualquier profesional y hasta en el alumno que mida con sus pasos el camino recorrido.


En algunos casos esta inteligencia aparece mucho más elevada y el individuo, incluso sin estímulos adecuados, puede hacerla brillar, pero más evidente aun es que los padres o la escuela que sepan estimularla obtendrán resultados mucho más significativos de los que imponen las matemáticas como un perverso desafío. En el aula, el estimulo de esta inteligencia puede volverse una actividad muy interesante con el uso de mensajes cifrados, estimulante reto imaginativo adoptado a cualquier edad. 


¿El ajedrez desarrolla inteligencia en los niños?





Considerando la espacialidad como índice de calidad para el ejercicio profesional, parece evidente que esa forma de inteligencia es muy importante para el geógrafo, el historiador, pero también para el experto publicista, el arquitecto y los distintos tipos de artistas.

Toda navegación por lo imaginario puede ayudar a la especialización. De ese modo, obras de teatro intrigantes que estimulen reflexiones y lleven al espectador a anticipar posibles resultados, películas, cintas de video y lecturas, favorecen la ampliación de espacialidad.


Para los niños, contar historias es importante, pero terminarlas no siempre lo es. Es esencial que el niño pueda interactuar con la historia narrada presentando el final a los fragmentos que presuponen una continuidad. 

En las aulas, los relatos iniciados por el profesor deben tener una continuidad interactiva, que, en ve de vagar libre y dispersa, mantenga un hilo conductor seguro gracias al profesor. 

A los padres, se les recomienda que les pidan siempre su opinión sobre los hechos de la vida cotidiana, sin la preocupación censora de juzgar si es cierto o no.


EJERCICIO PARA EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA ESPACIAL

El estanque

Tenemos un estanque cuadrado. En sus ángulos crecen cerca del agua, cuatro viejos robles. Hay que ensanchar el estanque, haciendo que su superficie sea doble, conservando su forma cuadrada y sin tocar los viejos robles.


SOLUCIÓN

La superficie del estanque puede perfectamente duplicarse, conservando su forma cuadrada y sin tocar los robles.






No todas las personas utilizan plenamente este potencial; algunos, debido al limitado vocabulario que conocen, no pueden permitirse formas de comunicación más complejas que toscos recados, breves comentarios y limitadas afirmaciones de opinión; a otras les ocurre igual, debido al pequeño alcance del espectro mediante el cual se manifiesta su inteligencia verbal. Unas y otra pueden beneficiarse de un programa de desarrollo estimulante.

El desarrollo de la inteligencia verbal o lingüística se inicia con el balbuceo de los bebés, en los primeros meses de vida. 


Es notorio en ambientes que hacen gran uso de las palabras y que se relacionan con múltiples conversaciones. Un modo de estimular a un niño consiste en hablar bastante con él, pero no como quien presenta un recetario de actitudes deseables sino como quien se convierte en un interlocutor para recoger sus impresiones estimulando con la escucha atenta de la expresión de sus opiniones.

Una de las dinámicas más comunes para que los niños agilicen su habilidad lingüística, son los trabalenguas.







El centro de esta inteligencia se halla en el lado izquierdo del cerebro, aunque no se tenga certeza plena de que tal posición sea igual para todas las personas, sobre todo para los zurdos.

Existen personas que tienen dificultades para vestirse, otras no consiguen ejecutar una secuencia de acciones motrices. Otra constatación de la existencia de esa inteligencia aisladamente se da en los casos de los individuos que tenían destruidas sus capacidades lógico-matemática y lingüística, sin que el accidente afectase al desarrollo de actividades motrices, incluso las más refinadas.

Va mucho mas allá de las actividades motrices practicadas en las academias y en las aulas, aunque estas no puedan, en modo alguno, ser desempeñadas. La mejora del sentido del tacto, explorando la sensibilidad y llegando incluso a la lectura en lenguaje braille para los niños que no necesariamente tienen problemas visuales, el desarrollo de estímulos para el aumento de sensibilidad olfativa y, principalmente el aumento de la capacidad del sentido del gusto constituyen solo algunos de los elementos que se alejan de nuestros proyectos escolares.


Ronaldo de Assis Moreira









Un elemento importante de destacar en el estimulo de la inteligencia musical es la preocupación por separar el aprendizaje de la música y el aprendizaje del sonido. Para más importante establecer que el lenguaje del sonido debe estimularse en todos, aunque algunos con mayor competencia, puedan perfeccionarla con el aprendizaje musical propiamente dicho.

Es evidente que los alumnos que posean una habilidad musical mas destacada irán muy por delante de los demás, pero es imposible no acercar a todos ellos a los principios de un dominio significativo de los sonidos.


Una escuela abierta al estimulo de las inteligencias múltiples no puede desdeñar las sesiones de canto, el cultivo de himnos, pequeñas bandas rítmicas, clases de teclado o de flauta dulce y muchas otras formas de estimulación. 

Asociando la inteligencia musical con la cinestésica corporal, parece valido que la escuela proponga clases de danza y nuevas lecturas de como las músicas y danzas expresan otras formas de cultura.


Sungha Jung



Algunas personas conviven muy fácilmente en ambientes limitados, y jamás aceptan vivir en una casa, ni siquiera ver una mesa, sin un jarrón de flores, una pequeña planta, pájaros y animales domésticos, en clara oposición a otras que los sustituyen por flores artificiales o imitaciones electrónicas de animales domésticos.

Descubrir dibujos en las estrellas en el cielo nocturno y, después de una investigación, descubrir los hábitos de animales noctámbulos, al mismo tiempo que estimula la percepción naturalista, abre espacio para la creación de conceptos que representaban valores científicos de comunidades pretéritas.


Es importante que la escuela transforme una simple lluvia o una ventana en una aventura de prospección en el patio de la escuela o sus alrededores. Un paseo hasta el jardín botánico, el zoológico, la plaza publica o el bosque puede transformarse de modo enriquecedor en un descubrimiento de huellas de animales; una simple grabadora llevada a esos ambientes puede trazar el paseo en el aula de clase.





Como sucede con las demás inteligencias, excepto la pictórica, es también posible identificar un modelo evolutivo de desarrollo y el centro neuronal de las emociones de donde parecen salir las descargas de ira, de miedo, de increíble sensación de amor, de sorpresa, de repugnancia, de tristeza, y, sobre todo, de felicidad que nos deslumbra por momentos, aunque no existan razones aparentes de manifestación.

Según los indicios, las inteligencias personales surgen muy pronto, quien sabe si incluso en la vida prenatal. La vinculación entre el bebé y la persona que cuida de él va mucho más allá de una dependencia física.

Con el comienzo de la adolescencia se producen cambios expresivos en las formas personales de conocimiento; los jóvenes muestran una sensibilidad más aguda ante emociones para el estímulo de esas inteligencias que los individuos algo mayores.

La presencia entera del padre y de la madre en una relación con el hijo vale más que una presencia de muchas horas. Al mostrar la función de los progenitores en el estímulo emocional, algunos autores sugieren que:

- Distingan las emociones del niño y le ayuden a identificarlas.
- Reconozcan la emoción como una oportunidad mejor de descubrimiento y transmisión de experiencias.
- Legitimen los sentimientos del niño con empatía.
- Ayuden a los hijos a nombrar y verbalizar sus estados emocionales.
- Muestren los límites y propongan vías para que el niño, por sus propios medios, resuelvan sus problemas emocionales.









Las personas que se preocupan bastante por su apariencia, por el modo de combinar prendas de su ropa, por su desempeño social incluso entre personas próximas, y por la intensidad con que son recordadas positivamente por los demás, revelan esa forma de inteligencia en alta y, naturalmente, se oponen a las otras que jamás se interesan por sí mismas y por la impresión que causan en los demás.

Se deben establecer diferencias claras y nítidas entre su enfoque pedagógico, que ha que emplear con todos los alumnos, desde la educación infantil hasta la tercera edad, y un enfoque clínico, orientado a casos específicos que necesiten ayuda psicológica, y, algunas veces, tratamiento neurológico y psiquiátrico. 





Existen muchas maneras, en casa y en la escuela, de estimular esa capacidad. El primer reto que hay que superar consiste en abandonar la idea de que la belleza de una reproducción plástica está limitada a la capacidad de copia del objeto que se quiere representar. 

El estimulo de la capacidad pictórica necesitaría pasar por ejercicios en que los alumnos cuenten lo que aprendieron utilizando otras formas de lenguaje. Así como es posible describir un concepto con palabras, es posible pensar que otros signos, además de las letras, puedan utilizarse para su expresión.





BIBLIOGRAFÍA:


Antunes, C. (2001). Estimular las Inteligencias Múltiples. Madrid: Narcea.
Coto, A. (2009). Ayuda a tu hijo a entrenar su inteligencia. Madrid: EDAF.


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